COMPOSICIONES SONORAS EN EVOLUCIÓN
Por: Lucila Zepeda
@LukSibelius
En el marco de la exposición Panorámica/Pasajes 2013-1969 del Museo del Palacio de Bellas Artes, se llevó a cabo el pasado 20 de junio la “Sesión de escucha de paisaje sonoro” dirigida por Rogelio Sosa: artista sonoro, músico y promotor que desde hace varios años se ha enfocado en intervenir y capturar información acústica del mundo.
Esta muestra creo una atmósfera de paisajes sonoros realizados por personajes como Luigi Russolo, John Cage, Luc Ferrari e incluso artistas contemporáneos como Manuel Rocha y el propio Sosa, quienes han trabajado en una capacidad afectiva que convierta todo aquello captado por el sentido del oído en una “obra musical”.
Durante la presentación Rogelio Sosa realizó un esbozo de la evolución del paisaje sonoro como un concepto de contemplación de objetos, personas y elementos de la naturaleza que unidos dan como resultado una sinfonía ubicada en un espacio y tiempo determinado.
Cada sonido transportó al auditorio a diferentes escenarios que llevaron a un punto de sincronía a los presentes; se dio paso a una escucha de gritos, cantos, murmullos, el pasar del agua y del viento; todas estas vibraciones evocaron texturas, intensidades y planos que recrearon espacios como una metrópoli, un muelle, una cárcel y una jungla.
De acuerdo con el artista, la tecnología comenzó a jugar un papel muy importante dentro de la elaboración de paisajes acústicos debido a que todo aquello grabado de la naturaleza misma empezó a tener la posibilidad de estructurarse de forma distinta, lo que dio paso a la edición.
Este nuevo modo de “manipulación sonora” no sólo modificó la manera en que se escuchaba el universo, además, contribuyó a la experimentación con pequeñas piezas que antes plasmaban la cotidianidad y ahora tenían vida propia, convirtiéndose en una nueva perspectiva, una visión donde el artista se apropia de la “música”.
Luego de este recorrido histórico en donde el silencio ocupa un lugar relevante como elemento de las composiciones artísticas, Rogelio Sosa concluyó diciendo que “el paisaje sonoro es cualquier cosa” pues no existe definición establecida de éste y por ende, las interpretaciones que se encuentran en torno a dicho tema varían de acuerdo con el contexto en el que se presentan.