HIGH FIDELITY: Haciendo el playlist de tu vida

 

Royal Trux

Por Elizabeth Limón

Rob Gordon decía en la cinta High Fidelity que la selección de una playlist es sumamente complicada, pues las canciones obedecen a un estado de ánimo y a que estás usando la poesía de otros para expresar lo que sientes.

La banda sonora de la cinta cumple con ese objetivo, nos muestra la escena musical de los años noventa en la ciudad de Chicago, con varios movimientos culturales y sociales surgiendo alrededor del filme (si quieren ver la reseña de la película, aquí anda), desgrana las aspiraciones musicales de un melómano que tiene una canción para cada momento de su vida.

La cinta abre con Rob escuchando un acetato de The Thirteenth Floor Elevator, la canción You’re Gonna Miss Me se ubica en la historia acertadamente, pues su novia lo acaba de dejar y está tomando sus cosas para salir de su casa. La canción dice:

You’re gonna lock around in your mind, girl

you’re gonna find that I’m gone.

You didn’t realize.

Oh! You’re gonna miss me, baby.

También hay algo de los Kinks que da esperanza después de una relación, pero justo como un balde de agua helada, llega la pregunta sobre si aquella persona a quien dejaste ir era la indicada para ti, por lo que I’m Wrong About Everything de John Wesley Harding resuena mucho en la cabeza del protagonista.

En Oh! Sweet Nuthin’ de la banda de Lou Reed, The Velvet Underground, se exponen las idealizaciones en cuestiones amorosas; mientras que en Always See Your Face de Love, se retoma una canción escuchada un millón de veces pero que en el momento exacto, genera una reacción distinta para quien la escucha, evocando la omnipresencia que una persona puede tener en tu vida.

El grandioso Bob Dylan entra en la banda sonora con una melodía hermosa, Most Of The Times que encaja a la perfección con las dudas que se presentan en Rob a lo largo de la cinta. Fallen For You de Sheila Nicholls puede calificar como la canción cursi del soundtrack, pero tiene una carga simbólica con el momento en que el protagonista la reproduce mentalmente, al igual que Dry The Rain de The Beta Band que emite a recuerdos que sucedieron tiempo atrás en la vida del melómano.

Elvis Costello endulza todo con Shipbuilding y el suave saxofón que lo acompaña. Smog una banda casi desconocida hasta incluirse en esta banda sonora salta a una suerte de estrellato por la calidad musical que tiene, plasmada en el mismo álbum en el que se incluye Cold Blooded Old Times. Los ingleses de Stereolab también acompañan en su viaje a Rob con una hermosa canción en francés: Lo Boob Oscillator; y para recordar su época como dj, se escucha un momento a Royal Trux con Inside Game.

Casi al final de la banda sonora escuchamos una de las canciones más famosas de The Velvet Underground, Who Loves the Sun, que resume lo que sucede después de una ruptura amorosa. Stevie Wonder canta I Believe (When I Fall In Love) que surge como un himno cuando la esperanza amorosa se recobra. Justo en esta terna de romance, Baby I Love your Way covereada por Lisa Bonet muestra una forma muy dulce de cantar un clásico.

Y sin duda, el imperdible de la banda sonora es Let’s Get It On, pero no interpretado por Marvin Gaye, sino por un entonado Jack Black. El soundtrack rememora una época con la que cualquier amante de la música puede sentirse identificado, recordando lo importante que la música se vuelve cuando tiene un significado especifico para nosotros.