Lovecraft, una novela gráfica
Por Fernando Cervantes Radzekov
Los aficionados a la literatura se han encontrado alguna vez con un cuento de Howard Phillips Lovecraft. El encanto que provoca su temática monstruosa crea pesadillas, malos sueños o visiones de mundos colosales. En sus historias nos muestra su alma de escritor, su panteón donde él jugaba desde niño y, ya cuando adulto, deliraba con morbosidad. Sin embargo, poco se sabe del hombre que estaba detrás de la pluma. Aquel humano sencillo, lleno de traumas y manías, extraordinario loco que encantaba por su ardiente empatía. Y cuando logramos conocerlo, su literatura nos atrae, no por su vida reflejada detrás del texto, sino por compartir parte de su demencia.
En 2003 vio la luz el proyecto de Lovecraft, una novela gráfica que relata brevemente la vida del escritor. El guionista Keith Griffen en colaboración con Hans Radionoff dieron el esqueleto; y el ilustrador Enrique Breccia formó la carne para dar vida a este gran homenaje. En esta novela gráfica se dan datos clave de la vida del escritor estadounidense, desde su niñez llena de conflictos hasta su vida como un adulto tímido y lleno de manías. Lo grandioso de este trabajo artístico es la forma en que imbuyeron personajes, historias y escenas de la obra del autor y un supuesto de cómo hubiera sido si todas ellas fueran reales, aunque fuera sólo en su mente.
Para los aficionados de la literatura del estadounidense, les agradará encontrar estas pequeñas pistas que nos remiten a cuentos, novelas y poemas. Para aquellos que no están familiarizados, encontrarán una puerta a un mundo fantástico donde el terror se concentra en su más pura esencia, donde el miedo ya no radica en las líneas de lo definido o lo terrestre, sino que radica en otras dimensiones, mundos o esencias corpóreas ancestrales.
Título: Lovecraft
Guión: Keith Griffen (basado en un guión de Hans Radionoff)
Dibujo: Enrique Breccia
Año: 2003. Tomos: 1
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