Martha Cooper: Keep on writting!
STREET SHOTS. Archivos de una generación en las calles de Martha Cooper es hip hop y arte del subterráneo documentados en 14 imágenes que la fotógrafa norteamericana presentó en la Ciudad de México junto a Habitajes AC y el Colectivo Graffitiarte, quienes contaron con el apoyo de LATA, laboratorio de arte, para esta inauguración.
Sorprendida por el recibimiento de sus seguidores en esta inauguración realizada en la Galería Urbana Muro 5 del Foro Sol, Cooper no tuvo más que decir: Keep on writting!, una acción que ha documentado por más de tres décadas y que ahora es sintetizada en esta muestra que reune fotografías de tres colecciones:
“Hip hop files” (19791984), donde Lil Crazy Legs será recordado como un símbolo de la Nueva York donde la cultura hip hop comenzó en los barrios afroamericanos y donde muchos jóvenes se convirtieron en taggers y writters para inmortalizar sus nombres en las calles.
“Street play” (19771980), blanco y negro de una vida infantil en las calles del Bronx de los años setenta, juegos entre paredes con nombres que buscaron la trascendencia en el graffiti e inocencia perdurable en barrios desalentadores.
“Subway art” (1984), considerada la Biblia del grafiti, génesis de una cultura emergente que dejó evidencia en el subterráneo desafiando a los cops resguardados en la oscuridad de sus trajes de justicia: viaje de urbanidad en vagones convertidos en lienzos populares.
La historia de su documentación fotográfica dio inicio en 1978 cuando comenzó a capturar “lo que hacían los jóvenes cuando sus padres no los veían”, una actividad que continúa haciendo hasta la fecha.
Martha Cooper en el Museo Universitario del Chopo
La fotografía es importante en el graffiti porque es una forma de preservarlo, afirmó Martha Cooper en la conferencia dedicada a su trabajo: GETTING THE SHOT. Martha Cooper: 46 años de trayectoria en las calles, la cual se convirtió en una mirada visual en retroceso a diversas expresiones urbanas como el wall style en trenes de Nueva York o el rocking ejecutado en el Rock Steady Park.
Ante un auditorio lleno en el Museo Universitario del Chopo, Martha Cooper compartió experiencias e historias sobre la fotografía, el hip hop y el graffiti. Recordó sus inicios como fotógrafa en los paseaos con su padre, el periodo donde National Geographic y el New York Post fueron parte de su desarrollo profesional y su primer acercamiento al graffiti con una captura realizada en 1968 (All brothers, All sisters).
Encuentros afortunados en Nueva York marcaron el objetivo de su cámara Nikon para capturar el hervidero juvenil que daría forma a una cultura urbana internacional. Contacto cercano con los niños y jóvenes para fotografiar sus piezas en paredes y trenes le abrieron paso a un panorama hasta entonces desconocido.
Dandy fue uno de los “escritores callejeros” que la acercaron a esta expresión juvenil neoyorquina: él realizó un álbum de imágenes titulado Black Book para conservar sus graffitis hechos en diversos lugares, creaciones efímeras y desaparecidas por otros que también buscaban reconocimiento en piezas sobre ladrillos.
Esta y otras memorias pronto fueron capturadas por Martha Cooper para un grandioso ejemplar rechazado por más de una veintena de editoriales: Street Art, un cambio de rumbo en papel para las expresiones del asfalto, donde el rocking y el b-boying también se desarrollaron para luego ser documentados por la antropóloga de la Universidad de Oxford.
Cooper recuerda que todas estas variantes fueron reunidas por primera vez en un evento llamado Graffiti rock, lo que llamaría la atención de documentalistas como Henry Chalfant, director de Style wars; todo ello detonaría la expansión del hip hop y el graffiti en otras ciudaddes y países, porque no todo sucedía en el Bronx, recuerda Cooper.
Durante su estancia en México vio de cerca el trabajo de crews como Cha cha cha y reconoció las obras muralistas de artistas internacionales como Saner, Roa, Sego y Ovbal, grandes representantes del street art; para finalizar, Cooper mencionó que no hay ningún país en el mundo que no tenga algo de Hip-Hop.
Fotografías: Polan Zepeda
Por Ulises Miguel, Lucila Zepeda