Darío Villalba, fotografía sin expiración iconográfica

Fotografía: Ricardo Mejía
Fotografías: Ricardo Mejía
Por Marcos Escobar
Con motivo de los 40 años de intercambio cultural entre México y España, bajo la curaduría de Carlos Palacios, llega al Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) una selección de 21 piezas fotográficas de gran formato del artista easonense, Darío Villalba, miembro tardío del célebre grupo “El Paso” (cuyo objetivo principal era romper con el estancamiento artístico que había dejado la postguerra en aquel país), y pionero en el empleo de una imagen pictórica más cercana a la fotografía, que culminaría con el uso de este formato para explorar las emociones más íntimas de la figura humana.
Para la inauguración, que se llevó a cabo el pasado dos de febrero, estuvieron presentes el licenciado Carlos Ruiz, director del Centro Cultural de España, la licenciada Vania Rojas, directora del MACG, y Carlos Palacios, curador del Museo.

Fotografía: Ricardo Mejía
Durante la presentación, Carlos Ruiz habló sobre la importancia que ha tenido el Museo de Arte Carrillo Gil como sede, desde hace más de 30 años, de la plástica española y, por ende, el lugar idóneo para recibir por primera vez en nuestro país la obra de Villalba (Premio Nacional de las Artes Plásticas, 1983). También hizo hincapié en la fortaleza del artista, ya que, a sus casi 78 años, y pese a la necesidad de desplazarse sobre una silla de ruedas, sigue produciendo.
El recorrido lo encabezó el propio curador, quien de manera clara y erudita explicó las intenciones curatoriales de realizar una exposición que reflejara cabalmente la trayectoria artística de Villalba.

Fotografía: Ricardo Mejía
Palacios ahondó en la insólita técnica que Villalba comenzó a emplear a mediados de los años sesenta al utilizar la imagen fotográfica como soporte pictórico. Esta intervención permitió al artista transmitir las emociones más crudas de sus personajes (generalmente seres marginados como mendigos y enfermos mentales) mediante inquietantes pinceladas y la fragmentación o modificación del encuadre para propiciar una sensación de vacío.
Asimismo, puntualizó que una de las particularidades que alejaron a Darío Villalba de la tradición artística española, fue su cualidad cosmopolita, ya que desde temprana edad salió de su natal San Sebastián para realizar estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid; para posteriormente trasladarse a París y asistir al taller de André Lhote. Además, durante los años setenta, residió en Londres, lo que permitió a Villalba nutrirse de la vanguardia artística del momento.
El lenguaje iconográfico de Villalba apela, en palabras de Carlos Palacios, a una atemporalidad, es decir, que el tratamiento plástico que emplea el artista crea un efecto en la imagen que pareciera suspenderla en el tiempo. Por ejemplo, la pieza Hombre Cristal Oscuro, pese a estar fechada en 2007, es una imagen que podría contextualizarse en cualquier momento del siglo XX.
Las fotografías mostradas en sala provienen de los Documentos básicos, archivo formado por Villalba a lo largo de su carrera, y que se podrán apreciar hasta el 15 de mayo. Además, como parte de la muestra, el MACG ha preparado una serie de actividades paralelas que permitirá al público formarse una noción con mayor amplitud acerca de la vida y obra del artista. Entre dichas actividades se encuentra el ciclo de cine titulado: Darío Villalba y la estética del cine soviético, que se llevará a cabo todos los martes del mes de marzo. Además, el 29 de marzo se realizará el conversatorio Darío Villalba: Desplazamientos mediales.