El ritmo corre por las venas y el soul por los pulmones
Por Diana A. Olivera Trejo
Las raíces del jazz se desarrollan a mitad del siglo XIX, principalmente en Louisiana. Como el arte en general, es una mezcla de culturas, del crisol de razas. En este caso con influencia representativa de los esclavos de color, tanto del occidente de África, como del sur del Sáhara, y de Costa de Marfil.
Desde sus inicios la música en general ha sido un medio tanto de reunión como de protesta, y no precisamente por tener características específicas como letras de crítica social o algo por el estilo, en realidad sólo por el hecho de abstraer a las personas de su estado de inconformidad y sumergirlas en una atmósfera de creatividad que los vuelve libres; ésta podríamos decir que es la verdadera magia de la música.
Desde los inicios de la humanidad hasta hoy en día, reunirse a tocar, cantar y escuchar música nos redime de toda clasificación, nos acerca a nuestra naturaleza de seres sociales y creadores. Démonos el tiempo de compartir el gusto por el ritmo y dejemos que nuestro cuerpo se entregue a una noche de Jazz.
En el centro de nuestra caótica, pero amada ciudad se encuentra uno de los lugares más emblemáticos para los amantes del género, el ZINCO JAZZ CLUB, que semana tras semana abre sus puertas para que cautivos y curiosos asistan a descubrir los distintos matices del jazz, algunas ocasiones con solistas y otras con bandas, tanto nacionales como internaciones que crean ese oasis nocturno en la ciudad.
Si te interesa conocer más acerca de jazz, o ya eres una presa de él, te dejamos los datos del lugar y la cartelera: