Take the under, Festival Antes
Texto y fotografías por Ulises Miguel
La cuarta edición del Festival Antes trajo nuevamente la escena emergente de la ciudad de México y otros lugares del país para presentarnos en el Bahía Bar una variedad de bandas que circulan por diversos géneros: del metal a las rimas callejeras y del rock de garage al noise con distorsión, y así fue como escuchamos algunas de las muchas propuestas que reúne año con año el Festival.
Annapura fue como el track perfecto para un escape protagonizado por un héroe de acción al estilo Machete (Robert Rodríguez). Guitarras incansables con una batería golpeada rápidamente por un par de baquetas encabronadas. Tres fueron suficientes para prender el inicio de un concierto con propuestas emergentes.
Para continuar por ese camino de destrucción, pero con un toque distorsionado, Buried Under Stars comenzó su presentación. Bad music done well or good music done wrong? Difícil responder, aunque su estilo es el amor suburbano proyectado en un espacio psicodélico, cuarenta y cinco minutos de extrañas sensaciones sobre el escenario.
Sin apagar la saturación eléctrica causada por las bandas anteriores, Terror Cósmico hizo honor a su nombre con tracks llenos de fuerza producidos con sólo una guitarra y una batería: sin llegar al hard core, pero con las vibraciones de un par de baquetas invisibles, el dúo nos llevó por su más reciente álbum titulado Muerte Y Transfiguración, cuya portada hecha por Manolo Garibay, refleja la esencia de esta agrupación.
Con un shoegaze distorsionado acompañado de una voz confundida entre los golpes y notas de cada instrumento, Vaya Futuro llegó al escenario para tocar su LP llamado Ideas A Medias; recordemos que hace un par de meses la agrupación se presentó en el All My Friends Festival, evento que se realiza en Tijuana, ciudad natal de la banda.
Para prender más el ambiente en el Bahía Bar, llegaría AJ Dávila. Pop con guitarras dinámicas y leras de amor con una apariencia happy punk es como podríamos definir su estilo sobre la tarima. Su setlist fueron como una reproducción de felicidad y alcohol para una secuencia de rockers disfrutando al máximo lo que hacen.
Todas las bandas fueron de los golpes metálicos con furia a las guitarras profundas, haciendo parada en un estilo muy noise-pop y rock entre neblinas de sonido. Cada una nos mostró que hay propuestas maduras en el circuito independiente.