Echo And The Bunnymen: los meteoritos del post-punk
En ciertas ocasiones las bandas veteranas de la historia del rock pueden sobrevivir a los embates de las nuevas propuestas y a las formas cambiantes del mercado musical; algunas conservan su esencia y permanecen como íconos, otras más, mueren en el intento y se convierten en la sombra de lo que alguna vez fueron; pero un grupo muy reducido de ellas van contra la corriente y mutan y se adaptan y brillan en la inmensa oscuridad del panorama musical a través de los años, de prueba basta un botón y en esta ocasión el botón se llama, Echo And The Bunnymen.
Echo And The Bunnymen es una de las bandas icónicas de Liverpool, Inglaterra con 30 años de carrera, tienen en su historia altas y bajas pero se han convertido en un destino obligado del post-punk, a lo largo de su historia han sufrido cambios y perdidas de algunos de sus integrantes, pero en mayo del 2014 regresan con su alineación original; Ian McCulloch, Will Sergeant y Les Pattinsony unen sus talentos y nos traen su nuevo material que huele a clásico revitalizado llamado Meteorits, el undécimo trabajo de su historia.
Esta banda ha dejado huella tanto para las generaciones que gustan del rock alternativo y el boom del gothic rock de los años ochentas. Caminaron a la par de gigantes como Joy Division, Talking heads, The Smiths o Bauhaus; en su repertorio musical se encuentran clásicos como Heaven Up Here (1981), Porcupine (1983) y Ocean Rain (1984) que engendraron joyas como “The Killing Moon”, clásico de clásicos y parte de la banda sonora de Donnie Darko, una de las mancuernas mas bizarras y surrealistas entre cine y música. No puedo dejar pasar piezas como “The Cutter” de corte oriental que puede verse como antecedente de la que sería una de las grandes bandas del gothic rock, los maravillosos Sisters of Mercy o el remake que hicieron de la dulcísima “People on Strange” de The Doors.
Este nuevo álbum sale a la luz después de cinco años y es especial por ser más introspectivo y catártico independientemente de la intimidad que caracteriza al post-punk, pero cargado de complejidad experimental tanto en las letras de sus canciones como en el corte ecléctico del la totalidad del álbum. En este trabajo se hacen presentes diferentes estilos musicales; el pop en “Lovers on the Run” que combina guitarras acústicas de Will Sergeant regresando a su estilo musical de los inicios, pero con un toque más fresco; “Holy Moses” que va de menos a más a través de guitarras y voces con eco; “Constantinople” de rock duro y el regreso de las cajas de ritmos con toques orientales, mientras que “Burn It Down” parece la pista mas contemplativa del álbum, entre sube y baja de sonidos acústicos y rasposos rifs eléctricos.
Meteorits como su nombre lo dice parece iluminar el cielo a través del estruendo musical, ha demostrado realmente ser un viaje de intimidad y autodescubrimiento para una banda que parecía acabada y para los seguidores de la misma que aún usamos el delineador negro en los ojos y el rojo carmesí en los labios.