La Orrorosa es puro terroritmo colombiano
Por Lucila Zepeda
Fotografías: Polan Zepeda
Colombia, tierra de Gabriel García Márquez, ganador del Premio Nobel (1982), es un país donde la violencia se ha convertido en la nota del día, pero esto no opaca la gama de colores, fiestas y sonidos que fueron, son y serán una forma de manifestación cultural.
Colombia se distingue por tener estilos musicales diversos como la salsa, el vallenato y, por supuesto, la cumbia, un género que se caracteriza por el ritmo del acordeón, un género que en los últimos años se ha posicionado como uno de los sonidos más coreados y bailados por los jóvenes mexicanos (aunque lo nieguen saben que después de unas copas, comenzarán a mover los pies, la cadera y en una de esas, hasta los hombros).
Y no es que este género no haya existido antes, sucede que ha comenzado a expandirse en los escenarios, tal vez por la fusión de ritmos que algunas agrupaciones actuales han realizado. Una de ellas es sin lugar a dudas La Orrorosa.
La banda mezcla el surf, el punk y el rock, pero siempre teniendo como base la cumbia colombiana, pues para “La terrorista del sabor”, acordeonera del grupo, “es un ritmo bailador y se mezcla muy fácil con cualquier género, a cualquiera le gusta y a cualquiera le dan ganas de hacerlo, incluso en Japón, en Suiza, en todos lados.
La historia de la banda surgió hace casi cuatro años en el país sudamericano, de donde son originarios “La terrorista del sabor” y Wilson, cantante y guacharaquero: nos fuimos a la costa a aprender a tocar los instrumentos de la cumbia. Primero inició con otra banda, nos quedamos con las ganas y venimos a México a montar La Orrorosa.
Ambos llevan en la sangre y en los recuerdos el gozo por este género: “nos gustaba mucho la cumbia y teníamos la idea de fusionarlo y las ganas de experimentar, a ver qué pasaba con lo que nos imaginábamos”, nos comenta “La terrorista”, una chica risueña y divertida.
Pero ¿por qué no interpretar la cumbia tradicional de su país? Wilson platica que la intensión fue “llevarlo hacia otro lado porque todas las fusiones que han hecho son más electrónicas o hacia el pop, entonces queríamos darle la vuelta a algo más rockero”. Para ellos es importante siempre estar abiertos a todo.
Andrés Landero, Manuel Velázquez, Amando Hernández, Calixto Ochoa, Los corraleros de Majagual y Los gaiteros de San Jacinto, son algunos de los músicos que solían escuchar de niños y que han influenciado a La Orrorosa, pero no olvidemos a Chico Trujillo, quienes hacen una mezcla de lo urbano y lo tradicional.
Respecto a su estilo, los dos están seguros de lo que buscan transmitir al mundo entero, “queremos dejar la libertad de mezclar géneros y no encasillarse en nada… (pues su forma de expresión) es una abreviatura de libertad musical”.
“Mi alma prende fuego…” suena en “Diablo”, la rola con la cual se dieron a conocer. Wilson y La terrorista del sabor recuerdan que la canción surgió años atrás y decidieron lanzarla como la primera ya que tenía más cambios en cuanto a la melodía y nos parecía más particular y rara… es una historia teatral.
Dentro de su EP se encuentran canciones como “La Zenaida”, “Los Rolling Stones” y “Puro terroritmo”, nombre de su primer sencillo. Justo es esta última rola la favorita del grupo por describir perfectamente su música: “es un collage de mucha partes, la letra tiene una parte política pero tampoco está a favor de nada, ni nada. Tiene todos los géneros, merengue,cumbia, punk, rap”.
La terrorista del sabor, C.H. Wats (Wilson) Polo, percusiones, Ricardo García, bajo, Ozz Zavala, batería, David Vieyra, guitarra, y Norberto López, teclado, se distinguen por ser una banda “voltajuda, desmadroza y corrosiva porque corroemos todos los géneros”.
¿Y por qué La Orrorosa? “Es una expresión en Bogotá, que en realidad es ‘montemos la orrorosa’, que es montar el desmadre y como era esto lo que montábamos, quedaba con nosotros. Finaliza La terrorista del sabor quien ha convertido la música en una forma de vida.