Maniquera que traspasa dimensiones y fronteras
Por: Oscar Voit
@ovoit
Se ensuciaron y lo hicieron realidad, los Piglos cruzaron el atlántico al final de este verano y representaron al país en cada ciudad europea que se les puso enfrente.
Esta banda de amigos, viajeros y músicos orgánicos decidieron emprender un viaje hasta el otro lado del charco para proyectar su identidad, su amistad, su filosofía y la suciedad que impera en sus líricas y en su estilo de vida. Se reencontraron con su música desde otro ángulo, descubrieron nuevas versiones y definieron un set de rolas acústicas con las que recorrían kilómetros de camino y de cerveza.
La calle los mantuvo y entretuvo durante 5 semanas, muchas horas de carretera entre Bélgica, Holanda, Polonia y Alemania pasaron para llegar a ensuciar las conciencias de las que fueron sus ciudades, sesiones de música, de lectura, de fiesta, de vagar por las calles de La Ciudad, la que fuera.
En plena trinidad y con una experiencia en diferentes lenguajes, descubrieron cada día y cada noche los códigos del urbanismo europeo, de la cultura y la multicultura artística.
En pleno muro de Berlín sonó la maniquera, en puentes o en parques, calles, bares o estaciones de trenes, para ellos no había lugar que no tuviera facha de escenario espontáneo o improvisado para dejarse escuchar.
Así pues, Piglos es la banda que salió de Méxicorockcity para llegar a Berlín, la ciudad más abierta de Europa, para hacer y deshacer, tocar, vagar, disfrutar, aprender y después volver.
Regresaron con el panorama y repertorio amplificados; 2 nuevas canciones y una tercera que pronto irán viendo la luz; mientras les dejamos el link para que le den play aquí y ahora.