De músicos y pederastas
Por: Sebatián Ojeda
Hoy en día el mundo de la música está inundado de vicios y bullicios, es muy común escuchar acerca de escándalos sexuales, golpes, adicciones y desfalcos de dinero, no obstante esto no es nada nuevo. ¿Qué pasa si les digo que aquellos compositores y músicos que consideramos “clásicos” también eran propensos a los escándalos? Oh si, aquellos genios de la música que tenemos en pedestales de oro también eran unos loquillos.
Pongamos como ejemplo al buen Charles Camille Saint-Saëns, pianista y compositor francés, representante del llamado romanticismo musical (el cual nunca abrazó por completo, pero esa es harina de otro costal).
Desde su nacimiento en 1835, don Charly (como me gusta llamarlo) se vio rodeado de una gran influencia musical. Si bien el pequeño bribón provenía de una humilde familia campesina, su abuela se encargó de inculcarle los preceptos básicos de la música, de tal suerte que el joven Charly desarrolló sus dotes musicales a la tierna edad de 4 años. A esa edad el escuincle ya podía tocar el piano de forma por demás virtuosa y ya había compuesto su primera obra. Sin lugar a dudas Charly fue un niño precoz en la música…y en otras cosas…
Charles comenzó a ganarse la vida como organista en una iglesia, con su singular forma de tocar se ganó rápidamente el cariño de la gente. De igual forma, sus diversas composiciones le otorgaron el reconocimiento de varios músicos de la época, de hecho, gracias algunas de sus composiciones y a su gran inventiva, el buen Charly logró hacerse de cierta fama en toda Europa (después de todo, él fue quien introdujo los “poemas sinfónicos” a la música francesa del siglo XIX). Dentro de sus obras más famosas tenemos Danse Macabre, Le Carnaval des animaux, Overture de Fete, entre otras tantas composiciones.
Ahora bien, el buen Carlitos no solo era conocido por ser un genio en el ámbito musical, oh no, de hecho él era celebre por otras cosa. Resulta pues, que Charles también era conocido por ser homosexual, lo cual era un tremendo escándalo para la época.
La homosexualidad en el siglo XIX era considerada todo una aberración; el término (acuñado en 1869) era utilizado para definir lo que en aquel entonces se consideraba una enfermedad mental. Ante esto, don Charly, al ser increpado sobre su condición sexual tuvo bien a responder “Yo no soy homosexual, soy pederasta”.
Duras palabras ¿No lo creen? Se lo que están pensando, que seguramente don Charly se puso la soga al cuello con semejante respuesta, pero no fue así, de hecho esa afirmación lo salvó del escarnio público. Verán, en aquellos años la palabra pederasta no era un sinónimo de abuso sexual a menores de edad, nada de eso, dicha palabra hacía referencia al amor entre hombres (amor filial, fraternal, romántico, etc) usualmente entre un hombre maduro y uno joven. De la que se salvó ese Carlitos tan intrépido.
¿Y qué pasó con don Charly después de tan audaz afirmación? Pues continuó con su virtuosa carrera, se casó con una dama, tuvo dos hijos (los cuales quiero suponer surgieron por generación espontánea), y murió en 1921.Pero esperen, ¿Esposa e hijos? ¿No que era gay? Ya sé, ya sé, suena contradictorio, pero recuerden que estamos hablando del siglo XIX y a pesar de que su declaración le ayudo a salir de aquel problema, lo más conveniente era guardar las apariencias, después de todo uno nunca sabe….
https://www.youtube.com/watch?v=_Ye03Gu2dHA
Para enterarse de más:
- -Flynn, Timothy. Camilles Saint Saeens: A Guide to Research. EUA: Routledge, 2003. 228 p.
- -Hadleigh, Boze. The Vinyl Closet: Gays in the Music World. EUA: Hombres Press, 1991. 237 p.
- -Stern Keith. Queers in History: The Comprehensive Encyclopedia of Historical Gays, Lesbians, Bisexuals, and Transgenders. EUA: BenBella Books, 2009. 608 p.