Ponyrex

Ponyrex

Ponyrex

aL, Dan & Alex

Guadalajara, México

Discos: Zeta

Sitio web: Ponyrex

Tomas un mitsubishi o superman o una pastillita o un éxtasis, como le llames, subes el volumen de la música en tu estéreo, te desnudas, entras a la piscina, vas sumergiéndote, ya en el fondo, sientes el agua y la presión en tus pulmones que tratan de retener el oxígeno, te sangra la nariz, no sales del agua, sino que te quedas contemplando tu propia sangre, como un humo espeso, escuchas la música, amplificada por el agua, el sonido es más intenso aún, más vivo, estás tranquilo, escuchas una canción, la banda que toca se llama Ponyrex, el beat se mantiene, una energía suprema te invade… una sensación así se experimenta cuando escuchas la canción “Go” de Ponyrex (por supuesto las imágenes evocadas en esta reseña son producto  del videoclip promocional de la canción, no las sugerí yo)

Ponyrex es una banda tapatía (de Jalisco, México, obvio), que irrumpió en la escena musical por ahí del 2005 con un estilo que entra en aquel cajón que los críticos denominan indie-electro-nacional. Pero no fue sino hasta el 2008, tras obtener el 1er lugar en el concurso Cuervo and Roll, que su carrera musical despegó. El premio incluía la oportunidad de grabar un disco con 8 temas producido por Paco Huidobro, de Fobia. Es así como en el 2009 lanzan su disco debut Zeta, el cual se hizo merecedor de excelentes críticas, logra posicionarse dentro de ‘los mejores 10 albums del 2010′ según United Rock League Magazine. Desde entonces se ha convertido en una de las bandas más interesantes de la escena indie en México.

Han compartido escenario y roster con bandas nacionales e internacionales como Buraka Som Sistema, She Wants Revenge, Benjamin Diamond, Data, Designer Drugs, Plastilina Mosh, Kinky, La Maldita Vecindad y Sussie 4, entre otros. La revista Mix Le Fun cataloga su show en vivo como “pura energía: lleva al espectador a través de un verdadero viaje entre diferentes emociones, desde la fiesta pura hasta momentos melancólicos, todo sin dejar de bailar”.

Por: José M. Vacah

@JosMVacah