La poesía del asesino: The Following
Por: Nellys García
Un guardia camina por el pasillo de la Penitenciaría Central del Estado de Virginia. Se dirige a su locker y recoge sus cosas. Todo está en silencio. Dos de sus compañeros lo saludan, le desean buenas noches. Él camina de nuevo por el pasillo, sale de la prisión, se sube a un auto y se va. Todo sigue en silencio. Los otros guardias recorren el pasillo, se preguntan dónde están todos los demás. Cuando llegan al cuarto de control, encuentran a cuatro guardias apuñalados y varios rastros de sangre por todo el lugar. Las luces de la penitenciaría se prenden y suenan las alarmas de emergencia mientras el carro se aleja. Suena en el radio una vieja canción. El hombre en el auto sonríe.
Aunque tenía un tema principal sobre el cual iba a desarrollar algunas series de televisión, consideré más apropiado iniciar este espacio con la emoción que me dejó el episodio piloto de The Following. Esta serie es producida por Kevin Williamson, guionista de películas como Scream, I Know What You Did Last Summer, The Faculty, The Grudge y Demontown; y de series como Dawson’s Creek, Palm Springs, The Secret Circle, Wasteland y The Vampire Diaries. La serie se estrenó el lunes 21 de enero de 2013 por la cadena Fox en Estados Unidos y en Latinoamérica se comenzó a emitir por Warner Channel a partir del 21 de febrero.
La serie generó un interés en mí porque, como todo lo que me gusta, habla de muerte y destrucción. Pero más allá de esto, vale la pena verla, estén en pleito con la sociedad o no. The Following no sólo tiene uno de los episodios piloto más interesantes de los últimos tiempos, sino que trae de vuelta la vieja temática de los asesinos seriales. Ya antes habíamos visto series que trataban este tema, tales como The Mentalist, Criminal Minds o Dexter, ya sea desde la perspectiva del detective o del mismo asesino, cosa que, en ese sentido, The Following plantea de la misma manera.
No quisiera explicar el argumento de la serie sino hasta el final, puesto que este inicia justamente en los últimos 15 minutos del episodio piloto. En su lugar, prefiero que consideren verla a través de una breve descripción de los dos personajes principales: Ryan Hardy, el detective y Joe Caroll, el asesino.
Del primero sólo se saben pequeños detalles alrededor del capítulo. Sin embargo, son importantes para visualizar la complejidad del personaje. Ryan Hardy, interpretado por Kevin Bacon, es un ex agente del FBI alcohólico que se encuentra en depresión. Tuvo una aventura con la ex -esposa de Caroll (sí, la mujer del criminal) y vive a través de una aparato que bombea sangre a su corazón tras recibir una puñalada cuando trataba de salvar a una de las víctimas de Caroll. Además, es reservado e inteligente, sin mencionar que conoce a la perfección el comportamiento psicópata y las tácticas de asesinato de Caroll. Rellena su botella de agua con vodka y se vuelve explosivo cuando la falta de pistas lo lleva a sentirse impotente.
Por su parte, Joe Caroll (personificado por James Purefoy) se nos presenta, en pocas palabras, como un sujeto encantador. Es educado, inteligente, apasionado, agradable y de buen carácter. Es admirador de la obra literaria de Edgar Allan Poe, sobre todo de sus cuentos El Corazón Delator y El gato negro. Cree en la locura del arte, el cual sale del corazón. Fue maestro de Literatura en la Universidad de Winslow donde asesinó a 14 de sus estudiantes apuñalándolas y luego arrancándoles los ojos. De esta manera, expresaba gráficamente la frase “los ojos son la ventana del alma”, dicha por Poe. En palabras de Caroll “en la obra de Poe la muerte es el tema, el estado de ánimo el motivo, la estética es emocional. El autor equipara la muerte – responde una de sus estudiantes a la que asesinaría 8 años después – a la belleza, porque todo arte trata, en esencia, sobre ésta. Y nada es más bello que la muerte de una hermosa mujer. Helen, Leonore, Annabel Lee, todas son una. Despojar la belleza es, por tanto, elevar el alma”.
Es este el razonamiento de Caroll, el impulso que lo obliga a matar es la poesía. Ambos, tanto Caroll como Hardy han escrito un libro cada uno. El mar gótico y La poesía del asesino, respectivamente. Los dos aprecian la literatura, aunque de diferente manera. Para Caroll, su libro es un acercamiento a su autor favorito, Poe. Para Hardy, su libro representa una forma de terapia, pues se trata de la investigación realizada en contra de Caroll y su posterior encarcelamiento. Para no hacer tan largo esto, al final del episodio, el asesino es aprehendido de nuevo y regresa a la cárcel. Pero no se decepcionen. Este es sólo el comienzo. Mientras estaba cumpliendo su primera condena, Caroll leyó el libro de Hardy y, se emocionó tanto con él, que ahora quiere ayudarlo a continuar la segunda parte. La muerte de la única sobreviviente, Sarah Fuller, es sólo el pretexto para terminar una obra inconclusa e iniciar un nuevo proyecto, lo cual es, quizá, intrigante.
Uno se pregunta: ¿cómo ayudará un asesino en serie encarcelado a un ex agente del FBI a continuar una historia sobre la psicopatía humana? A través de su red de seguidores. Caroll encontró la forma de iniciar un culto hacía su persona a través de internet. De eso va la serie. Esta no trata de buscar todo el tiempo al asesino, cosa que ocurre en The Mentalist1, sino de seguir el rastro de todos los “followers” de Joe Caroll, quienes matan por tributo a él, por placer o por la búsqueda de una identidad. Al menos a mí, me pareció muy interesante este argumento.
Sé que me la he pasado halagando este primer episodio, así que para continuar con mi carácter criticón y negativo, debo señalar dos cuestiones que me parecieron molestas. La primera, la canción Sweet Dreams de Marylin Manson. No creo que sea una pésima rola, incluso el cover es muy bueno. Es sólo que al escucharlo como tema principal del capítulo, me pareció que desencajaba con el tiempo de la historia. De pronto estaba atrapada en los 90. La segunda cuestión se deriva de la primera. Al usarla en la serie, los productores caen en el lugar común de utilizar a Manson como el representante de la muerte, la destrucción o la perdición humana. Una salida fácil para un tema tan complejo.
Desde mi perspectiva, utilizar el contrapunto, es decir, el contraste entre lo que se ve y se escucha hubiera sido un mejor recurso. Para la banda sonora me inclinaría por una onda indie, movida pero con estilo depresivo para representar la decepción de Hardy hacía la vida. Aunque claro, esproblema de gustos. Me encantaría saber su opinión.
Al final, The Following es una serie sobre los seguidores de Caroll, de cómo éstos buscan complacer a su “líder” por medio de la muerte. Observaremos el control mental que una persona puede ejercer sobre otra y hasta dónde se puede llegar para conseguir un ideal de aceptación. Veremos quién de todos los “seguidores” es un mero imitador, quién logra su propio estilo o quién supera al “maestro”. A eso se reduce el argumento de la serie. La pregunta que yo me hago en el desenlace de este episodio piloto, e incluso me he hecho siempre es: ¿qué tan dañada está la mente humana para tomar como ejemplo a un asesino? La respuesta es obvia. Está demasiado dañada. Permítanme reformular la cuestión: ¿será que, después de todo, sólo falta un pequeño apoyo de alguien para desatar al psicópata que todos llevamos dentro?
Terrible reseña, debes convencer a que se vea la serie sin dar opiniones personales. El texto es largo y aburrido, lleno de lugares comunes. El estilo en general es malo.