Quedar destruido no importa cuando se trata de Clare Maguire
Por Luis Omar González
Esta es la historia de Clare Maguire, quien fue una de las últimas artistas en ser descubiertas en myspace en el año 2009. Todo estaba perfectamente calculado en Polydor, quien borró su información de internet, quien la convirtió en una artista de culto y misterio. Durante todo este tiempo Clare se la pasaba de sesión en sesión tratando de escribir un hit, finalmente llegó de la mano del productor Fraser T. Smith (que va desde Ellie Goulding hasta Jessie y joy) quien se encargó de producir su debut Light after dark.
El disco llego al número 7 de las listas en UK y se convirtió en la gran artista a seguir de su país. Sin embargo, al ser un trabajo de encargo el disco no era realmente lo que ella quería, la gente no lo sabía, pero la crítica sí, quien destrozó el álbum y lo criticó por sus melodías descafeinadas y sin alma.
Clare se volvió alcohólica y finalmente no pudo continuar su propia gira; así se mantuvo durante mucho tiempo hasta que un día, borracha en su departamento, sólo le quedaba la botella que su productor le había regalado y que juró nunca abrir.
Al día siguiente el regalo estaba vacío, sabía que había tocado fondo, canceló todos sus compromisos y entró a rehabilitación. Seis años después regresa con el disco que ella debió haber lanzado. Strange things have hapenned, es un trabajo lleno de melancolía, acompañada de pianos y texturas cercanas al sonido que dejó Amy Winehouse, mientras que los temas lentos bien podrían llenar estadios como Adele.
Elizabeth Taylor es el primer sencillo, una canción que en donde se compara con la actriz en un intento de hacer una analogía de su vida, una donde a pesar de todo, ella sigue ahí. Si esta historia no te conmueve, debes saber que aún no termina en final feliz (el disco debutó en el número 85 de su país) casi como la vida real.