“Cinema tropical” de Alex Ferreria es una fiesta pop en la playa
Por Luis Omar González
Es curioso ver cómo el pop alternativo/independiente (lo que sea que ello signifique) se está reconciliando con la canción tradicional de las estaciones AM. Aquella que triunfaba gracias a una contundente interpretación vocal y a unos pocos arriesgados arreglos musicales. En la actualidad podemos apreciar esto en cantantes como Natalia Lafourcade o Gepe que han regresado a componer cosas menos complicadas en favor de las masas.
Es entonces cuando agradeces un trabajo como el de Alex Ferreira, que si bien lleva tiempo averiguando acerca de la canción pop dominicana, esta vez abandona su zona de confort y nos sumerge en un baño de electrónica lo-fi sin pretensiones. Cinema tropical no es una película, es quizá un cortometraje (sólo 8 temas) donde el cantante, se sumerge en una historia de amor donde la situación genera introspección de la vida misma, el antes y después del ligue.
Producido por Andres Nesseur (integrante de los chilenos Astro) en los estudios No Shame de Nueva York, el dúo le da una vuelta de tuerca al sonido electro acústico del cantante y lo convierte (por primera vez) en un candidato perfecto para la pista de baile, aquella pista donde se busca más el amor que el hedonismo a través del cuerpo en movimiento.
En el intro Naturaleza, el dominicano navega por sonidos etéreos, donde se nos introduce al disco a través de un track up-tempo que siente muy bien a su voz. Por otra parte, en Cambio se nos invita a dar un giro total a nuestras vidas, mientras que los sintetizadores emulan una fiesta en la playa donde se nos dice que “no hay nada como la primera vez”. El tema del amor se hace presente en Ícaro, donde regresa un poco al sonido del pasado donde una guitarra se hace presente para dar cuerpo a la historia.
El mejor tema del disco llega con Alguien como tú, el que quizá sea el tema más amigable del álbum, el más directo y una manera diferente de competir con los temas de amor de sus contemporáneos. Mientras que en Prenda, el cantante asegura que no sabe que pasara después. En pocas palabras un disco de transición para una de las figuras más emblemáticas de República Dominicana, un disco pop que sabe a otra cosa, un intento por dar una cara e identidad al género de cantautor.