Tragedia que se soporta con música, un mix que le dio a “Ya no estoy aquí” una gran noche en el Ariel 2020
Ya no estoy aquí de Fernando Frías es una cinta que hace pensar en lo trascendente que puede ser la música para sobrevivir en un mundo lleno de caos, muerte y desolación. Así es la vida del protagonista de este filme, quien se identifica con las cumbias rebajadas y el baile para entablar amistades y darle sentido a su vida.
Con esta historia que se desarrolla en Monterrey, México, a través de un grupo de “kolombianos” (quienes reflejan un eclecticismo de las cumbias colombianas y la vestimenta clásica de un barrio cholo), el director mexicano y sus colegas obtuvieron diversos reconocimientos en los premios Ariel que otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas: mejor película, director, guion, fotografía, diseño de arte, edición, maquillaje, sonido, revelación actoral y vestuario.
Estos galardones no sólo hablan de un gran esfuerzo cinematográfico, también ponen en la mesa un cuestionamiento sobre la manera en que la música se presenta: muchas veces se nos ha mostrado como un arte y algo digno de los más prodigiosos, aunque es necesario mencionar que también es mucho sentimiento, chinga y pasión, no sólo por parte de sus creadores, sino de quienes la escuchamos.
Esa apropiación de la música por parte de los fans es tan viva y creativa como la de sus autores, ya sea reinterpretando los beats, letras o capas sonoras, hasta creando camisetas, videos fan made, memes, etc. En ese sentido, la música “kolombiana” del norte de nuestro país es algo tan poderoso y ecléctico que se convierte en un elemento que genera identidad, felicidad, amor y una forma de vida para decirle adiós por un momento a la tragedia y depresión que nos acecha día con día.
¿Quién no siente identificado con Ulises? Nosotros sí, pues la música ha formado parte de diversos capítulos de nuestras vidas y lo seguirá haciendo, es un escape y catarsis cuando las cosas no salen bien y siempre encontramos en ella una terapia sonora.
Sin duda, una gran noche para un filme que fue distribuido por Netflix, plataforma que apuesta por narrativas que otros rechazan, pero cuyo contenido ofrece algo diferente al público mexicano; no por nada Guillermo del Toro recomendó mucho esta cinta través de su cuenta de twitter. ¿Ya la viste?