LINNE

Por Miriam Sanabria Colin

De todas las posibles leyendas musicales vivas que quedan en el ámbito de la música rock, no creo que exista una carrera más ecléctica, divergente, productiva, experimental e influyente que la del bien nombrado “camaleón” David Bowie, de quien no se puede decir o escuchar algo no se haya sido dicho, escuchado y mas que analizado en la historia de la música.

El metamórfico artista regresa en el 2014 con lo que parece ser una de las joyas más codiciadas del año en lo que a música se refiere, una recopilación de 50 años de trayectoria artística titulada paradójicamente “Nothing Has Changed”.

Para este material Bowie ha recopilado lo más representativo de su trabajo a través de un orden dinámico con un  total de 59 temas divididos en tres discos; comienza por una canción inédita titulada Sue (Or in a Season of Crime), cuyo lanzamiento se llevó a cabo hace unas semanas y que suena a un jazz fresco; la composición corrió a cargo de Bowie y su colaborador Tony Visconti.

Además de esta nueva canción que enmarca la entrada de “Nothing Has Changed”, se pueden encontrar pequeñas partes de todas las etapas creativas del artista, un abanico que inicia en 2014 y concluye en 1964 con la primera canción que grabaría en el estudio “Liza Jane”; clásicos como Space Oddity, The Man Who Sold the World, Life on Mars?, Changes,  Ziggy Stardust, Heroes, Ashes to Ashes  y Let’s Dance, se presentan en versiones completamente remasterizadas con un sonido claro y profundo.

Aparte de los clásicos también se encuentran canciones incluidas en “The Next Day”, álbum del 2013 que fue el resultado de una ausencia creativa de 10 años en los que no se supo casi nada del cantante y que vino a reafirmar su genio musical con piezas como “Where Are We Now?”, “The Stars” y “Love Is Lost”. Este material ha sido lanzado para versiones de 3 CD, 2CD, doble disco de vinilo y descargas digitales; el arte para los discos se conforma por una imagen repetida en la carrera de Bowie: él frente al espejo en tres etapas diferentes de la vida del camaleón, como hombre maduro, como estrella consolidada y como estandarte glam del periodo radical y experimental como Ziggy Stardust.

Para los amantes de este músico llegado de otro planeta y para los que apenas están empezando a reconocerlo como leyenda, esta es una buena oportunidad de recorrer la carrera de un showman  símbolo de la música hecha arte, entrar en la carrera de alguien tan conocido y escucharlo de una forma totalmente distinta propia del camaleón David Bowie.