
Cantar con el alma. Así definimos el estilo de la cantante colombiana Briela Ojeda, quien nos compartió un show íntimo en TONAL donde nos invitó a soñar, a vibrar y a cantar desde el corazón.
Después de su participación en la pasada edición de Bahidorá con su proyecto alterno Las Mijas, a lado de la también colombiana La Muchacha Isabel, Briela visitó la Ciudad de México para brindar un set lleno amor a la vida, respeto a nuestras raíces, crítica social y letras poéticas que nos invitan a la introspección, a la valoración de nuestro entorno y a la proyección celestial con melodías que han definido su carrera.
Escuchar a Briela Ojeda es una invitación a conectar no sólo con uno mismo, sino a ser conscientes de lo que nos rodea y cómo nos fusionamos en este plano terrenal. O como lo refiere ella, alcanzar la chuma: una tradición que refiere que andar chumado significa alcanzar un grado elevado y diferente de conciencia, a través de manifestaciones como la música o la alegría desbordada.
El show empezó con un solo de guitarra que nos preparaba para lo que sería una noche hipnótica, mágica, con la voz mística pero poderosa a la que nos tiene acostumbrados.
Uno de los primeros temas fue “Cósmosis”, una de las canciones más queridas por los escuchas de Briela; que nos lleva a explorar lo que somos y lo que sentimos, y la manera en que podemos no sólo expresarlo, sino procesarlo y, en consecuencia, afrontarlo.

El setlist también fue un recorrido por el álbum Templo Komodo (2021); con melodías como la atmosférica “Luna Munay”, la hermosísima “Quesquerés”, “Búhoz” y “Liviana”.
Esta noche de ensoñación también contó con la presencia de un par de invitadas; la compositora y cantante Leiden, que nos brindó un par de canciones llenas de energía y poesía, entre ellas “Andariega”, que formará parte del setlist del próximo álbum de la colombiana; así como “Destino”, autoría de la cantante mexicana.
Por último, junto a La Muchacha Isabel, la otra mitad del proyecto Las Mijas, interpretaron tracks con tintes de rap y posturas políticas, lo que sin duda representa un estilo bien definido para este dúo multidisciplinario.
Para cerrar la noche, Briela Ojeda interpretó “Naríz con Raíz”, una evocación a toda la belleza que nos rodea, una interpretación mágica que ilustra el universo musical de la colombiana: un universo que abarca su recorrido por diversos destinos del mundo, el contacto con diferentes culturas, el amor y respeto a la vida, y el interés genuino de conectar con las personas que escuchan su música.
Por Andrés Díaz Nava
Fotografías: Ulises Miguel











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