¡Secuestrado por el diablo!

Por José M. Vacah

@JosMVacah

conpsicomascara

Para Dr. Sev. jr.

 

Una fuerte punzada en la nuca lo hizo despertar.

            Cuando abrió los ojos lo primero que golpeó su cabeza fue la imagen de una máscara anaranjada con rayas negras que manchaban el diseño del fuego de la cara del diablo, estática, como abordando con cautela el instante adecuado para encenderse en una mueca esplendorosa de burla, ante su desesperación, cansancio, dolor, odio  y aquella certeza contundente de que no hay mañana posible, hoy será la muerte: estoy  jodido, me chingaron para siempre.

            Moriré sin ver los ojos de mi madre, ¿y mi mujer y mis hijos? Sin que nadie me vea, solo entre animales, sin que se despidan de mí por vez última, abandonado en el infierno,  arrojado a la chingada. ¿Dios, me oyes? Te pido que mi muerte no sea una tortura para ellos, mátame pero que nadie sufra por mí.

            Me han torturado, quiero descansar de estos dolores, me han tratado como un perro, quiero descansar de estas humillaciones, me han orinado, he tenido que cagar en el mismo sitio donde lo único que ingiero es pan y agua que me producen diarrea, quiero descansar de las náuseas, me cortaron los dedos, quiero volver a escribir, a dibujar, a soñar con los dedos el porvenir que ya no tendré, un dibujo para mi hija. Pero tengo que mantenerme firme, ser fuerte, aunque no he podido dejar de llorar en estos últimos días.

            Sus ojos vacíos, la boca abierta en una mueca singular, cierro los ojos, ahí también está la máscara, viéndome siempre, riéndose, su risa fúnebre, de aquel que presencia al muerto y reivindica su asesinato. La máscara que devora al hombre que la porta. Riéndose, ja, ja, ja, silenciosamente, al amparo de las otras muecas que se contraen: la oscuridad primero, luego sus cejas juntándose en el escrutinio incómodo por perpetuo, doloroso a fin de cuentas, la nariz arriscándose ante el embate odorífero de la muerte, penetrando hasta lo más asqueroso de mi propio cuerpo expuesto, todo su olor y luego, vendrá y penetrará en mi cabeza, colmándome de rabia, me duele el ojo,  la boca, me duele la espalda, los hombros y las manos, me duele la cadera, poco a poco voy sintiendo un hormigueo que me recorre los pies y las piernas, no las siento. Y no hay más vista, de pronto, que  las sombras devorándose las imágenes terribles que me acechan  y sólo queda el breve simulacro de lo que ya se ha reconocido, la desesperación, el odio, la muerte, la máscara. Todo lo demás, la habitación vacía, el piso cagado, orinado, la comida y la sangre vertidas en los muros, las moscas, la silla donde estoy amarrado, la mesa donde escucho todo lo que me dicen, la otra silla donde está él, el foco siempre encendido, ¿por qué no hay una ventana en este infierno?, es captado por la resignación, los otros gestos, los otros detalles, pero todo va diluyéndose en el mismo vacío impetuoso, vórtice último, última puerta, abro los ojos, no se ve ya la máscara, sólo el miedo absoluto, pero no se ve, se ha ido, pero puedo sentirla, por la piel mancillada, no estoy ciego aunque me duelan los ojos, aún puedo ver, miro la puerta entreabierta. A lo lejos, tras ella se cuela el sonido de una radio que escupe una canción que ambos se saben de memoria.

            Entró con un teléfono en la mano.

             Cinco, Don’t talk to me, I don’t believe a word, Agáchate pendejo que nadie te vea rápido hijo de tu chingada madre, No contestes este mensaje, porfavor; Cinco, Don’t try to make me feel alright, Cállate, no grites imbécil, ¡cállate! ¡cállate! ¡cállate! ¡cállate! Iba a la tienda, iba camino al bordo; Cinco, ¡baja la cabeza! ¡no nos veas culero!, cierra los ojos, agárrate de mí, nosotros seremos tus guías, ¡si subes la cabeza de nuevo te la cortamos aquí mismo!, seremos tus ojos culero, Iba a comprar ropa para mi sobrina; Siete, All the love in all the world, súbete al coche hijo de puta madre, rápido no chingues, rápido ojete, rápido, sube las patas, aplasta el culo ahí ¡no chingues pinche mión!, Estaba con varios amigos comiendo;  Seis, Is not enough to save my soul tonight,¡no vayas a cagar el coche culero o te partimos la madre!, No sabía a dónde iba sólo quise salir un rato; Cuatro, Don’t be my friend I’m not a fool, de todos modos te vamos a partir la madre, hagas lo que hagas, desde hoy, óyeme bien culero, desde hoy tu vida nos vale verga, tú vida nos pertenece, No contestes este mensaje, te lo pido por favor; Cero, Don’t talk of things that we cannot see, está bien buena tu vieja, ojalá nos conteste ella, cuando te matemos voy a ir a cogérmela, bien rico, así mamacita, así mamacita, así, ¿quién está en tu casa ahorita?, Me preguntaron la hora; Ocho, When all the ones that sing the blues, ¿cuánto crees que vale tu vida?, me cerraron el paso con dos camionetas; Suena ocupado, Sometimes I think of how it used to be, no chingues culero se me hace que tu vieja anda cojiendo con otro por eso no está en tu casa, ¿crees que esté cojiendo con otro? ¿crees que de verdad te ama?, No contestes, porfavor; ¿Bueno?

            I have seen the Devil laugh,

            ¿Bueno, me oye? Escúcheme muy bien, ponga mucha atención a lo que le voy a decir señora, Me pregunto, en estas condiciones;

            I have seen God turn his face away,

            Tenemos secuestrado a su marido, háblale a tu vieja culero, ora, no que querías hablar con ella hijo de perra, Cuando la esperanza ya duele;

            I have nothing left to lose,

            No haga ningún desmadre, no llame a la policía, no le cuente a nadie, ¿a nadie, me oye?, Más que la faramalla;

            I have nothing left to say,

            Si quiere ver de nuevo con vida a su esposo haga como si nada estuviera pasando, ¿entendió?,

            ¿Cómo morir con dignidad?

 

Habló la máscara. Una mosca se había posado sobre su boca, tosió, pero le dolía el pecho, quiso ver a su interlocutor pero este le arrojó un vaso de agua en la cara.

            Dice tu mujer que no pueden pagar el rescate. Es que no tenemos tanto dinero. Pues que lo consigan, a poco vale tan poco tu pinche vida, no seas ojete contigo mismo, no te quieras tanto güey.

            Déjame libre porfavor, aguántate con ese dinero, es lo único que tenemos. ¿Qué me aguante dices?, aquí el que se tiene que aguantar eres tú, te vamos a matar.

            No me maten, quiero ver a mi hija crecer, a mi esposa, porfavor no me maten. Yo tengo cuatro hijas, a mí también me van a matar si no me pongo al tiro con la lana, ¿qué no entiendes?, en esta vida, o pagas o te mueres, la libertad es un precio muy alto, la felicidad ni se diga.

            Te pago cuando salga de aquí, déjame libre, yo te pago nada más que me ponga a trabajar, confía en mí, nos podemos arreglar déjame libre, yo te pago lo que hace falta allá afuera. Uyy, yo le tengo que pagar a la policía para que se haga pendeja, ¿cómo ves? esos puercos no perdonan nada, ni un quinto, y si los denuncian, uyy, no me la acabo güey, ya vez cómo se mueven los hilos del tiatro, la libertad no existe culero, no existe, es una pendejada que nos hicieron creer de chiquitos culero, al chile.

            Yo era feliz antes, ya no quiero seguir sufriendo, me duele más el recuerdo que las palabras… Cuando tu vieja nos entregue la primera mitad del dinero que acordamos te vamos a matar, pero no le diremos a nadie, ¿entiendes?, cuando nos dé la otra parte, ya estarás muerto, ¿no es un trato justo?

            Déjame libre, nada te cuesta devolverme mi propia vida, ¿por qué haces esto? Yo soy el diablo mijo, no tengo la vida de nadie en las manos, lo único que tengo es tu muerte.

            ¿Quién eres tú? ¿Por qué usas esa máscara? La uso porque antes era muy bello güey, como satanás, y no me gusta que los muertos se burlen de mi jeta de santo.

            A mí también me gusta la lucha libre, sé que esa máscara es de un luchador, tengo una foto que me tomé en la Arena México cuando perdió el campeonato mundial de peso welter, me tomé una foto con la misma máscara (los mismos colores, el mismo diseño) al terminar la lucha, la tengo en una vitrina con otras fotos de mis hijas. Cómo son las cosas culero, soy refan de la lucha libre, de a tiro me encanta, yo también estuve en esa función,

yo era el referee…

Déjame vivir.

No.